Rafael Altamira

Escritor, jurista, crítico literario, Rafael Altamira (1866-1951) es ante todo uno de los más destacados historiadores de la primera mitad del siglo XX. Con su trabajo y su magisterio abrió las compuertas de la renovación de la disciplina con títulos como La enseñanza de la Historia (1891), Psicología del pueblo español (1901) y, muy especialmente, una Historia de España y de la civilización española en 4 vols. (1900-1911) con la que quiso reivindicar el papel de España en el progreso de la civilización.

Desde sus primeros años fue sensible a lo que por entonces se conocía como la “cuestión social”, prestando su pluma en múltiples periódicos, textos que dieron lugar a títulos como unas Cuestiones obreras (1914). Altamira tuvo siempre un gran interés por América, en la historia del derecho indiano y en el devenir de las modernas repúblicas americanas, que visitó y conoció en profundidad, experiencias que plasmó en propuestas como España y el programa americanista (1917), entre otros trabajos.

Como jurista, fue uno de los impulsores y primeros jueces del Tribunal Permanente de Justicia Internacional de La Haya, donde dejó honda impronta. Pacifista, publicó en 1932 unas Cuestiones internacionales y de pacifismo, y fue nominado al Premio Nobel de la Paz. Tras la guerra civil se exilió en México, donde trabajó hasta el final de sus días dejando una profunda huella y una pléyade de discípulos.