Fernando Vela (1888-1966)

Periodista, traductor, ensayista e historiador, Fernando Vela se convirtió, desde que se conocieran en 1914, en la mano derecha de Ortega y Gasset, y llevó con mano firme, desde un discreto segundo plano, buena parte de las empresas del filósofo (incluida la Revista de Occidente, cuya secretaría dirigió con escrupuloso rigor) gestionando durante años el tráfico intelectual que orbitaba alrededor del maestro.

Curtido en la prensa regional asturiana y más tarde madrileña (fue director de El Sol desde 1933), pronto dio muestras de su amplitud intelectual en numerosos trabajos que recopiló en títulos como El arte al cubo y otros ensayos (1927), El futuro imperfecto (1934), El grano de pimienta (1950), o Circunstancias (1952).

Incómodo para ambos bandos durante la guerra, en 1938 decidió establecerse en Tánger, donde fue redactor del periódico España. Regresó pronto a la península, donde publicó dos penetrantes biografías de Mozart y Talleyrand (1943), antes de abordar su trabajo histórico más ambicioso, que hoy rescatamos.