En su empeño por rescatar del olvido editorial títulos clásicos de nuestra historiografía u obras poco conocidas escritas por grandes hispanistas de la época contemporánea, Urgoiti Editores acaba de publicar en su colección «Historiadores» una biografía de Carlos V escrita en 1872 por el modernista belga Louis-Prosper Gachard (1800-1885), archivero jefe de los Reales Archivos de Bélgica y quizá el mayor especialista decimonónico en la figura del «César».

   Un texto publicado originalmente como entrada de un diccionario biográfico -aunque, por su naturaleza y extensión fuese, propiamente, una monografía-, que jamás se había traducido al español, y que ahora se publica en una rigurosa y cuidada edición, precedido por un largo y documentado estudio introductorio de Gustaaf Janssens (profesor emérito de archivística en Lovaina), y completado con una exhaustiva bibliografía de Gachard y un muy útil índice onomástico.

   Un imponente trabajo «de archivo», claramente positivista, construido a partir de una copiosa cantidad de fuentes primarias que, por momentos, resulta incluso abrumadora, sobre todo para el lector no especialista, acostumbrado, quizá, a otro tipo de relato biográfico, más narrativo o literario, en la línea de la tradición anglosajona. En este sentido, conviene decir también que se trata de una biografía inequívocamente política, más centrada en el personaje público que en la persona, y escrita, además, desde un enfoque exclusivamente europeo que no presta atención al continente americano, sino que se centra fundamentalmente en la gestión del Sacro Imperio por parte de un hombre al que, como admite Janssens en su introducción, el biógrafo juzga con indisimulada benevolencia: «Para Gachard Carlos V era un héroe: orgulloso, perseverante, enérgico y en absoluto soberbio». Una lectura erudita y densa que, probablemente, encontrará su público ideal entre historiadores y lectores exigentes, deseosos de saber todavía más sobre una de las figuras más atractivas y estudiadas de nuestra historia.