Trienio. Ilustración y Liberalismo, núm. 54, 2009

Por Antonio Moliner Prada.

   Era necesario disponer de una nueva edición de la clásica obra del Conde de Toreno sobre la Guerra de la Independencia, que publica Urgoiti Editores de Pamplona en su Colección “Grandes Obras” de la mano de Juan López Tabar. Edición que sigue la primera aparecida en Madrid, publicada en cinco volúmenes en la imprenta de don Tomás Jordán entre 1835 y 1837, y recoge las notas incorporadas a la edición de 1872. El editor ha introducido notas bibliográficas referidas a las fuentes que utilizó Toreno para la redacción de la obra, notas explicativas de algunos pasajes oscuros y notas de significado de términos hoy en desuso. Asimismo ha añadido tres tipos de apéndices, de documentos, de terminología militar y de pesos y medidas, y ha elaborado índices onomástico (más de 1.700 entradas) y toponímico (más de 2.000).

   El brillante estudio preliminar del malogrado historiador Richard Hocquellet, a quien dedicamos estas páginas, permite una mejor comprensión de la biografía de Toreno y de su obra por antonomasia, la Historia del levantamiento, guerra y revolución de España, dentro de la historiografía liberal decimonónica. Como señala este autor, Toreno manifiesta una clara empatía con el proceso revolucionario liberal iniciado tras el levantamiento de 1808 y da una visión global y erudita siguiendo el marco cronológico, cercano a la corriente del positivismo histórico (1).

   La obra de Toreno constituye un referente obligado de todas las historias posteriores publicadas sobre la Guerra de la Independencia, escritas en clave nacionalista y difícilmente superada. La obra del padre M. Salmón (Resumen histórico de la Revolución de España, Madrid, Viuda de Barco, 1820) es un testimonio de un observador de la época y tiene pretensiones de explicación global, aunque refiere una historia fragmentaria, como también la obra escrita por Juan Muñoz Maldonado (Historia política militar de la guerra de la Independencia contra Napoleón desde 1808 hasta 1814 escrita sobre los documentos auténticos del gobierno, Madrid, impr. de José Palacios, 1833) (2).

   Todas las obras posteriores a la de Toreno, escritas entre 1840 y 1870 hacen una referencia a su obra. El autor más crítico con la figura de Fernando VII es –sin duda– Miguel Agustín Príncipe (3), que manifiesta una postura radical contraria a la monarquía, a diferencia de la posición de Toreno favorable al régimen moderado isabelino que se estableció tras la muerte de Fernando VII en 1833. Juan Díaz Baeza, más moderado que Toreno, remarca en su obra el aspecto militar y popular de la Guerra de la Independencia (4). Mientras que Eduardo Chao, de ideas republicanas, muestra de forma explícita la relación entre la lucha patriótica de 1808-1814 y el progreso político. Con la obra de Modesto Lafuente (Historia general de España, Madrid, Mellado, vols. XVIII a XXI, 1860-1862) culmina el proceso de creación de una historia de cariz nacionalista con el referente de la Guerra de la Independencia como ideal de la nación liberal española (5).

   Sin olvidar la clave nacionalista, la obra del general José Gómez de Arteche, publicada entre 1868 y 1903, bien documentada en los archivos militares, se convierte en clásica desde el punto de vista bélico. Con la celebración del primer centenario se inicia un estudio de la guerra de cariz más regional, sin olvidar la exaltación nacional. Incluso la Guerra Civil de 1936-1939 es vista con el prisma patriótico nacional del 2 de mayo por parte de los dos bandos contendientes. Después, en los años cincuenta, los trabajos de Miguel Artola dieron un gran impulso al estudio de la Guerra de la Independencia desde la óptica liberal, y los de Suárez Verdaguer desde la tradicional. Por su parte los trabajos del profesor Josep Fontana de los años setenta, críticos con el mito de la “revolución liberal española”, han dado paso la década de los ochenta y noventa a estudios de historia local y regional, abiertos a la investigación de nuevos aspectos (historia social y cultural, historia económica, demografía, vida cotidiana, historia de género, fenómeno guerrillero, etc.). Historia desmitificadora, abierta a nuevos estudios y planteamientos, en la que colaboran historiadores de distintas escuelas y orientaciones (6).

   La visión global de un acontecimiento como el de la guerra contra los franceses de 1808-1814, no es la suma de las percepciones individuales sino que se ha creado a partir de la reflexión llevada a cabo por ciertas personas que se han considerado capacitadas para ello. Si no encuentra eco en el recuerdo de los que vivieron el acontecimiento, la narración no se convierte en Historia. Así sucedió con la obra de Toreno, tras la desaparición de los actores de lo que él escribió, se convirtió en un acontecimiento de la propia historia, dejando así de ser una mera representación de la historia de la Guerra de la Independencia (7). Sin duda, los trabajos de Richard Hocquellet sobre la formación de los mitos y de la memoria de la Guerra de la Independencia, que estaba desarrollando cuando le sobrevino la muerte, serán un punto de referencia para todos los investigadores cuando éstos se publiquen.

   Sea bien venida esta obra del Conde de Toreno en medio de la celebración del Bicentenario de la Guerra de la Independencia. Su lectura todavía hoy es de obligada consulta para todo investigador que pretenda adentrarse en este periodo histórico tan fecundo de la Historia de la España contemporánea.

(1) Remito al “Estudio preliminar” de Richard Hocquellet de la reedición de la obra del Conde de Toreno, Historia del levantamiento, guerra y revolución de España, Pamplona, Urgoiti Editores, 2008, p. LXXI.

(2) R. Hocquellet, “Estudio preliminar”, op. cit. pp. LXXVII- LXXVIII.

(3) M. A. Príncipe, Guerra de la Independencia. Narración histórica de los acontecimientos de aquella época precedida del relato de los sucesos de más bulto ocurridos durante el reinado de Carlos IV, seguida de la época de 1814 a 1820, de la constitución de 1820 a 1823 y de la continuación del reinado de Fernando VII hasta la muerte de este monarca y terminado con un cuadro comparativo de los reinados de Carlos IV y de Fernando VII, Madrid, Manini, 1844, 3 vols.

(4) J. Díaz de Baeza, Historia de la guerra de España contra el emperador Napoleón, Madrid, Boix, 1843.

(5) J. S. Pérez Garzón, “Estudio preliminar”, en Modesto Lafuente, Historia general de España. Discurso preliminar, Pamplona, Urgoiti Editores, 2002.

Respecto al marco teórico de la historia nacional y el referente de la guerra napoleónica de 1808-1814 se debe consultar los trabajos de Juan Sisinio Pérez Garzón (La gestión de la memoria. La Historia de España al servicio del poder, Barcelona, Crítica, 2000) y Lluís Ferran Toledano (“La Guerra de la Independencia como mito fundador de la memoria y de la historia nacional española”, en A. Moliner Prada (Ed.), La Guerra de la Independencia en España (1808-1814), Barcelona, Nabla Ediciones, 2007, pp. 543-571).

(6) Remito al estudio ya clásico de Javier Maestrojuan Catalán, “La guerra de la Independencia. Una revisión bibliográfica”, en VV.AA., Fuentes documentales para el estudio de la guerra de la Independencia, Pamplona, Eunate, 2002, pp. 209-342.

(7) R. Hocquellet, “Estudio preliminar”, op. cit. pp. CXXXVI-CXXXVII.

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