Noticias de Gipuzkoa, 19 de junio 2017

El último Baroja de Granjel, por JOSÉ Mª URKIA ETXABE

 

Luis S. Granjel (1920-2014) ha sido uno de los referentes en los estudios barojianos, además de serlo en el ámbito de la Historia de la Medicina española y vasca. Ciertamente, existe un antes y un después de Granjel en el campo de la Historia de la Medicina. Lo corrobora la biografía que estoy escribiendo sobre su obra y que verá la luz próximamente, auspiciada por la Universidad de Salamanca y la Real Academia Nacional de Medicina. Nacido en Segura, en donde vivió hasta los 12 años, etapa que le marcó profundamente; luego su escenario vital transcurrió en Salamanca, en donde llegó a ser uno de los grandes maestros de esa Universidad, en el siglo XX, pertinente recordarlo ahora que se conmemora el octavo centenario de su fundación. Podemos encontrar algún paralelismo entre Unamuno y Granjel, salvando las distancias, ambos vascos y ambos figuras universales.

Granjel trató a Baroja, de manera fugaz, en persona y por medio de algunas cartas, entre 1951 y 1954. Lo hizo, por lo tanto, con un escritor en su vejez, triste y sombría, próximo a la muerte, que le llegó en 1956. Baroja, poco dado a adulaciones y cortesías, felicitó a Granjel por el análisis que hizo de su persona y de su obra. Le agradeció sus textos sobre Baroja médico, o La vejez en Pío Baroja, Presencia de Vasconia en la vida y en las obras de Pío Baroja, y sobre todo su Retrato de Pío Baroja (1953) que, en palabras del propio don Pío, “es lo más completo y lo más documentado que se ha escrito sobre mí. Lo que me choca es lo mucho que ha dejado pasar la censura”.

El próximo 21 de junio, en la Biblioteca Municipal de Donostia, en la sala Duque de Mandas, se presentará una nueva edición de El último Baroja, con un magnífico estudio introductorio del profesor Francisco Fuster, de la Universidad de Valencia, y un prólogo de quien esto escribe. Todo ello de la mano de la editorial navarra Urgoiti, que ha cuidado con especial mimo esta edición.

Conviene recordar que esta obra se publicó por primera vez en 1992, en el seno de la Sociedad Vasca de Historia de la Medicina. Una edición de 800 ejemplares, dedicada a Pío Baroja, médico de Zestoa (1894-1895) y que, novedad desconocida, pretendió, sin lograrlo, la plaza de médico de Segura en 1895. Se trata, además, del último acercamiento de Granjel a Baroja. Es un estudio profundo en el que analiza al novelista en los años más tristes de su peripecia vital, la Guerra Civil de 1936, y el exilio y retorno a la España franquista con sus consecuencias. Granjel explicará que trató de afrontar esta parte de la vida difícil de Baroja, siguiendo la regla de oro de la historiografía: fidelidad a la fuentes informativas y buscar explicar los hechos, en modo alguno justificarlos.

En mi prólogo extraigo algunos comentarios que a la obra hicieron, por vía epistolar, personalidades amigas de Granjel. Es el caso del Dr. Barriola, cuyo análisis merece ser leído, y que se resume en lo penoso que resulta ver a ese Baroja que algunos quisieran olvidar u ocultar. Para Pedro Laín, el estudio de Granjel se basa en una extraordinaria documentación y le felicita “por la finura y noble comprensión-comprensión intelectual y ética- con que presenta a don Pío en los penosos últimos años de su vida”. Veremos a un Baroja individualista, su postura en la Guerra Civil de 1936, su anticlericalismo y el difícil encaje en ambos bandos contendientes. Imprescindible lectura para tantos barojianos. En su momento no pudo presentarse la obra, así que desvelaré las razones de ello el próximo día 21.

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