Epos. Revista de Filología, núm. XXII, 2006

Por Francisco Abad Nebot.

Una de las obras de don José Antonio Maravall que reclamaba a gritos su presencia en el mercado es la presente, un volumen muy bello que había aparecido antes en las ediciones de la Revista de Occidente; ahora sale en una colección fundamental de propósito historiográfico que dirige Ignacio Peiró, por lo que se reimprime precedida de un amplio análisis preliminar —justamente historiográfico— de Javier Caspistegui (que además va acompañado de otro elaborado por I. Izuzquiza, más conceptual). Las páginas de Caspistegui proporcionan datos muy instructivos, y debe tenerse en cuenta de manera inexcusable.

Creemos de utilidad situar en conjunto la obra toda de nuestro autor. José Antonio Maravall, que había analizado ya un capítulo de la historia de la Teoría del Estado en España en su tesis doctoral sobre el XVII, prosiguió con coherencia esta línea de investigación planeando el análisis detenido de la constitución del Estado Moderno entre nosotros y de las mentalidades sociales que la acompañaron; no obstante, había que hacerse cargo antes —en la secuencia temporal de los hechos— de cuál fue el concepto medieval de España, lo que dio lugar a su importante estudio El concepto de España en la Edad Media (1954).

Con reflexiones verosímilmente procedentes de su oposición a la cátedra de «Historia del pensamiento político y social de España» (antes había ocupado otra de «Derecho Político», y había sido también profesor de «Sociología»), y no sabemos si con materiales escritos de la misma, compuso un celebrado libro: Teoría del saber histórico (1958), que es el que ahora se reedita y pone al alcance de las nuevas generaciones y promociones de alumnos. Esta Teoría… supone una contribución de relieve a las ciencias humanas en España, y es un texto muy bello —según hemos dicho—, y de los pocos análogos que se deben a autor español; en particular la última edición que revisó (1967), resulta de especial brillantez y a su lectura invitamos con decisión (el prof. Caspistegui concreta bien la trayectoria de contenido seguida por esta obra).

La atracción del XVII llevó a nuestro autor a sumarse a las celebraciones del centenario velazqueño con la interpretación de historia del pensamiento Velázquez y el espíritu de la modernidad (1960), con lo que en realidad se encontraba ya en el planteamiento que le ocupó durante esos años de «antiguos y modernos». De esta manera, en el año 1966 apareció el amplio y también bello libro Antiguos y Modernos, lleno de erudición y en el que se someten a interpretación multitud de textos. Una obra fundamental en el estudio de la historia de la cultura española, de las fundamentales de verdad, y de gran novedad y atractivo intelectuales.

La obra siguiente resultaba tan amplia y compleja, que hubo de esperar: fue el libro en dos volúmenes una vez transcurridos seis años Estado moderno y mentalidad social. La historia de la construcción política de ese Estado moderno en España, y la de las mentalidades intelectuales y sociales concomitantes con ella, quedaba así estudiada —atendido asimismo el prededente medieval— en la serie coherente y muy brillante de las obras El concepto de España en la Edad Media, Antiguos y Modernos, y Estado moderno y mentalidad social. Por sí solos, los cuatro volúmenes que ocupan estos textos hubiesen legitimado y avalorado la calidad eminente de un profesional de la historiografía.

Tras este trabajo de tanto alcance, don José Antonio volvió de nuevo a dedicarse con preferencia al Seiscientos, y asimismo hizo buena parte de un volumen que proyectó sobre el Setecientos, que con otros tres dedicados respectivamente a los tiempos medievales, al siglo XVI, y al siglo XVII, constituyen su serie de Estudios de historia del pensamiento español, que cuenta con ediciones en varias editoriales y es su obra de envergadura más reeditada: son en efecto cuatro volúmenes llenos de estudios más o menos extensos, muchos de ellos enormemente atractivos y sugerentes.

De la dedicación al siglo barroco (y al renacentista) en los lustros finales de su vida, surgieron textos como Teatro y literatura en la sociedad barroca (1972), La cultura del Barroco (1975), Poder, honor y élites en el siglo XVII (1979), y Utopía y reformismo en la España de los Austrias (1982). En cuanto a Teatro y literatura… cabe decir que por iniciativa de Francisco Rico se hizo una reimpresión póstuma aumentada con otros escritos convergentes, reimpresión en la que tuvimos el honor de colaborar.

José Antonio Maravall es autor de lectura necesaria para el historiador, para el filólogo, para el especialista en Arte, y para toda persona que se interese en la historia del concepto de España y en sus mentalidades sociales. Su obra es tan amplia y de relieve que Rafael Lapesa la consideró producto de «una vida heroica» (ABC, 21-12-1986), y José Álvarez Junco ha podido decir de ella que supone un legado para las generaciones siguientes que «merece, sin duda, el calificativo de abrumador». Por cuanto en la medida de nuestras modestas fuerzas la obra de J. A. Maravall ha sido un clásico de las cátedras que hemos tenido el honor de ocupar, nos resulta muy emotivo lo que dice I. Izuzquiza de querer homenajear con su serio estudio la memoria del autor en primer término, y asimismo «a cuantos la siguen manteniendo viva»: así procuramos hacerlo nosotros, a pesar de ser el menos relevante de sus amigos.

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