Arqueoweb, núm. 9 (1), 2007

Por Gonzalo Ruiz Zapatero.

La historiografía española ha encontrado una gran ayuda en el proyecto de Urgoiti Editores, una editorial navarra, empeñada en el ambicioso proyecto de recuperar libros fundamentales de la Historia de España, aparecidos entre finales del primer tercio del s. XIX y 1975. La colección Historiadores se inició en 2002 y hasta la fecha son varios los textos reeditados sobre Prehistoria y Arqueología. La edición al cuidado de Juan López Tabar resulta exquisita y cada volumen es un regalo para los sentidos, al menos para los que seguimos pensando que tener en las manos un libro bien producido es una sensación importante. Además del contenido, libros como los de Urgoiti llegan a través de la vista, el tacto y hasta el olfato, porque ciertamente no todos los libros se ven, se tocan y huelen igual.

Uno de los primeros de la colección ha sido la Etnologia de la Península Ibèrica (1932) de Bosch Gimpera, la primera gran síntesis de la Prehistoria española escrita por uno de los más grandes prehistoriadores españoles del s. XX y sin duda el que consiguió más proyección internacional. Este libro no necesita ninguna justificación para su nueva edición crítica. Como muy bien ha titulado el largo ensayo sobre la obra y autor Jordi Cortadella, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, esta es la “historia de un libro que se sostenía por sí mismo”. La primera síntesis moderna de nuestro más lejano pasado fue un libro muy importante que interpreto lo que hasta entonces era poco menos que “arqueografía” de la Prehistoria española para bosquejar las líneas maestras de la moderna arqueología prehistórica de España. Y al mismo tiempo fue un libro que marco las vías más fecundas de la ulterior investigación prehistórica de la Península Ibérica. Además con esta magnífica edición se han conseguido dos objetivos: por un lado, “recuperar” el valor de un texto clave de nuestra historiografía y, por otra parte, acabar con la lamentable ausencia de un buen estudio biográfico de Pere Bosch Gimpera (1891-1974). Lo segundo se me antoja casi más importante. El excelente estudio de Jordi Cortadilla, de algo más de 230 páginas, constituye un ejemplo de cómo hacer buena historiografía y, al mismo tiempo, repara, como decía anteriormente, la carencia casi increíble —y desde luego sólo justificada por nuestra displicencia hacia la historiografía propia— de no contar con una biografía intelectual de Bosch Gimpera, transcurridos más de 30 años de su muerte en su exilio mejicano. El estudio de Cortadella es probablemente el ensayo de historiografía arqueológica española más certero, agudo y brillante que he leído.

La Etnologia de la Península Ibèrica vió la luz en 1932, cuando Bosch contaba 41 años y tenía a sus espaldas un espectacular currículo, con varios años de formación en Alemania, la cátedra de la Universidad de Barcelona de la que fue rector, la dirección del Institut d’Estudis Catalans, una gran experiencia en excavaciones arqueológicas y un profundo conocimiento de lo mejor de la Prehistoria europea de la época. El propio título del libro expresa, como ha señalado certeramente Enric Sanmartí, que su aproximación no se hacía desde los presupuestos de la arqueología clásica sino desde la influencia de la prehistoria alemana, con claras influencias difusionistas de corte Kossiniano, para levantar la compleja tramoya de la reconstrucción étnica del proceso formativo de la población prehistórica peninsular. Siguiendo las palabras de Sanmartí con su Etnología Bosch “cubrió aguas” del gran edificio de la Prehistoria española y cerro, de alguna manera, veinte años de trabajos previos.

El libro fue organizado en seis grandes apartados: 1) Los pueblos del Paleolítico y Epipaleolítico, 2) Los pueblos preibéricos: descendientes de capsienses y pirenáicos, 3) La prehistoria de los Iberos, de la cultura de Almería al final de la Edad del Bronce, 4) Las relaciones exteriores y los colonizadores mediterráneos, 5) Los iberos históricos: los pueblos del Sur y Este de España, y 6) Los celtas y los elementos ibéricos del interior de España y Portugal. La bibliografía disponible y la investigación propia de Bosch eran limitadas y sobre todo se distribuían con claras desigualdades según los distintos periodos prehistóricos. Eso ayuda a comprender los desequilibrios en la extensión dedicada a cada apartado. Así mientras a los tiempos paleolíticos y epipaleolíticos apenas dedico poco más de 50 páginas los tres últimos apartados y especialmente el último, posiblemente el más querido de Bosch, se llevaron casi 400 páginas.

Al margen de la interpretación histórica que la obra realizaba quiero destacar un aspecto poco señalado: la importancia del aparato gráfico. Desde la fotografía a dibujos a línea y los mapas, un elemento muy trabajado por Bosch desde sus primeros estudios. También en la documentación gráfica el libro es pionero. Si los arqueólogos representamos el pasado a través de textos e imágenes, no cabe duda que la Etnología lo hacia de una manera excepcional. Creo que algún día merecerá la pena estudiar el empleo de las ilustraciones en la arqueología española y las ilustraciones de Bosch, empezando por las de esta obra, contarán entre las más interesantes innovaciones que han tenido un largo calado entre los investigadores de todo el siglo XX. La edición de Urgoiti ha cuidado la reproducción de las ilustraciones, especialmente de las fotografías y ello es sumamente de agradecer.

El estudio de Cortadella, constituye otro libro que también se “sostiene por si mismo”, fuera del carácter de estudio preliminar del autor y la obra. Poco puedo más puedo decir de este excepcional ensayo, riguroso, equilibrado y con una ingente bibliografía que parece dar cuenta de todo o al menos de casi, casi todo. La estructura del ensayo empieza por analizar la trascendencia del libro, para seguir con la biografía de Bosch y volver a la obra para evaluar a la luz de la crítica cada uno de los apartados desentrañando la compleja red de pensamiento del autor. Todo el apartado de bibliografía es extraordinario, y llega al extremo de la exhaustividad al incluir un epígrafe sobre Bosch Gimpera en la WEB y al extremo de la honestidad incluyendo como cierre una breve referencia a obras que no ha podido consultar.

Un libro para releer o simplemente leer, para las generaciones más jóvenes que encontrarán en el texto de Bosch la comprensión de muchas cuestiones de la actual investigación prehistórica, y en el ensayo de Cortadella las claves de lo que es verdadera historiografía de la arqueología. Una (re)lectura imprescindible para conocer mejor nuestra Prehistoria, porque según Bosch, y son las palabras finales del libro: “tota la complexitat de la història i de la l’etnologia espanyola, esdevé més comprensible en aclarir-se l´etnologia primitiva, donant a aquesta un viu interès”. Palabras hoy día de asombrosa actualidad.

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