Ramon d’Abadal

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Especialista en la historia altomedieval catalana, Ramon d’Abadal (1888-1970) fue uno de los principales renovadores del medievalismo en España. Vinculado al Institut d’Estudis Catalans y a las actividades de los Estudis Universitaris Catalans, a partir de 1922 empezó a trabajar en el gran encargo científico del IEC: la edición de la documentación diplomática carolingia relacionada con los condados catalanes, lo que se concretará, entre 1950 y 1986, en la magna Catalunya carolíngia.

Después de la guerra civil, ya entrados los años cuarenta, Abadal emerge, tanto en Cataluña como en el mundo historiográfico español, como el gran medievalista de referencia. La publicación de L’abat Oliba, bisbe de Vic, i el seu temps (1948) y La batalla del Adopcionismo en la desintegración de la iglesia visigoda (1949), le dan a conocer a las nuevas generaciones y recibe el aval de figuras emergentes como Jaume Vicens Vives. En los años cincuenta consolida su prestigio con la publicación de los primeros volúmenes de la Catalunya carolíngia, la síntesis imprescindible Els primers comtes catalans (1958) y los trabajos acerca del monasterio de Cuixà, la batalla de Roncesvalles, etc.

En los años sesenta, y de su amistad con Ramón Menéndez Pidal, nace Pedro el Ceremonioso y los inicios de la decadencia política catalana (1966). También en estos años, elabora grandes síntesis y reflexiones historiográficas y políticas: la colaboración en la Història dels catalans, dirigida por Ferran Soldevila; los prólogos a Moments crucials de la història de Catalunya y a la Obra dispersa, de Jaume Vicens; y una serie de textos, que han permanecido inéditos, en los que Abadal se interroga acerca de los orígenes nacionales de Cataluña y el encaje histórico de Cataluña en el marco español. Al final de su vida, Ramon d’Abadal se convertirá en el mejor y más alto representante de una vía historiográfica conservadora, poco conocida, intelectualmente muy sólida y de un catalanismo fuera de toda duda.