Poeta mediocre, escritor ardoroso y hombre de una amplia e insólita cultura, Juan Pablo Forner (1756-1797) es sin duda uno de los más importantes ilustrados españoles. Dotado de un permanente afán por la sátira y la polémica, desplegó sus armas dialécticas contra autores como Tomás de Iriarte o García de la Huerta, en obras como El asno erudito o Los gramáticos: historia chinesca. En 1786 saltó a la fama con la publicación de su Oración apologética por la España y su mérito literario, con la que pretendía responder, reivindicando nuestra tradición humanística, al desdén de Masson de Morvilliers, que había despreciado a la cultura española.

Aunque muchos de sus escritos no se publicarían en vida, escribió obras fundamentales, como un admirable Discurso sobre la tortura o las Exequias de la lengua castellana. Nombrado fiscal de la Audiencia de Sevilla (1790) su presencia fue fundamental para el desarrollo de la escuela sevillana de Lista o Reinoso. Protegido de Godoy, en 1796 fue ascendido a fiscal del Consejo de Castilla. Allí comenzaba a realizar una labor portentosa cuando le sorprendió la muerte.